Tercer dia de nuestra maravillosa estancia en Jerez. Esta vez tocaba reflexion espiritual y trabajo en el monasterio de la Cartuja, llevada por las hermanas de la orden de Belen.
Llegamos por la mañana y lo primero que hicimos fue realizar en una capilla especial una misa junto a las hermanas y al padre del monasterio, que es el mismo que trabaja habitualmente con los scouts de Jerez. La misa fue preparada en español y en frances por las hermanas y el padre, ya que el frances es una lengua obligatoria para esta orden, de origen frances. Asi que fue perfecto para que nuestros niños entendieran y pudieran seguir la misa. Con los canticos de las hermanas y sus habitos y el ambito donde estabamos, fue una ceremonia interesante y especial.
Luego una «super» monja, la hermana Sol, nos recibio con un entusiasmo y simpatia increibles. Es maravilloso encontrar gente asi que transmite esa felicidad y que llena a la gente de alrededor. Conocer a esta hermana fue un privilegio para Naza y para mi y nos llevamos muchos recuerdos de ella. Fue ella quien nos distribuyo en grupos para trabajar y hacer de buen «samaritano» en el monasterio.
Asi unos limpiaron una habitación completa de polvo y la dejaron niquelada, otros hicieron de jardineros en el patio del monasterio limpiando rastrojos y podando el seto y el resto fuimos al claustro para transportar ladrillos en una escalera humana y scouts para subir dichos ladrillos hasta arriba de un equivalente de un segundo o tercer piso. Luego de acabar de subir los ladrillos, nos dividimos para hacer diferentes labores en el claustro: hacer cemento y transportarlo arriba, limpiar una zona de palets y otras basuras y limpiar otra zona de malas hierbas.
Lo del clausto debo destacarlo, porque segun nos dijeron los scouts andaluces, ellos llevaban dos años ya trabajando con las monjitas y nunca habian podido entrar en él, por ser un lugar sagrado para ellas. Los monjes cartujos dencansan en el claustro y ademas, varias hermanas estan enclaustradas en sus habitaciones en oración constante y en silencio. Asi que fue todo un privilegio poder entrar en el claustro, y lo hicieron en honor a nosotros. Gracias.
Luego comida bajo la parra con muchos scouts y con la comida hecha por las hermanas y tras un poco de relax y descanso, por la tarde continuamos las labores que restaban todavia.
Para finalizar unas oraciones en el monasterio con las hermanas (que debido a la hora y a la duracion) se hizo un poco pesada. Regreso a nuestros alojamientos y salida nocturna por Jerez para tomarnos unos helados en una de las plazas principales del pueblo. Dormimos del tiron tras el duro dia de trabajo.